Si los consumidores en España tomaran un momento para revisar sus compras y gastos del mes pasado, es probable que descubran cargos en sus tarjetas de crédito que podrían haberse evitado completamente.
En una economía próspera, esta situación podría pasar desapercibida, pero en el contexto actual en el que el aumento de los precios está influyendo en nuestras compras cada vez más, es importante ser más minucioso con nuestros gastos necesarios y superfluos.
Qué son los gastos fantasma
Es posible que ya estés familiarizado con los “gastos hormiga” que socavan gradualmente nuestras finanzas personales (como comprar un café, una botella de agua o un paquete de chicles) y su versión mayor, los “gastos vampiro” (como contratar más datos móviles de los que usamos o tenemos varias suscripciones a plataformas de streaming). Sin embargo, existen otros gastos imprevistos y no planificados que pueden tener un impacto negativo en nuestras finanzas y sorprendernos al final del mes: se les conoce como “gastos fantasma”.
Este tipo de gastos son aquellos en los que incurrimos sin ser conscientes de ellos y que terminan su presupuesto. Estos pueden incluir desde suscripciones que no utilizamos o cuotas de gimnasios a los que no asistimos, hasta el pago por el uso de aplicaciones en nuestros teléfonos móviles.
Según afirman los expertos, los “gastos fantasma” a menudo no representan grandes sumas de dinero, sino pequeñas cantidades que se acumulan con el tiempo. Podemos ilustrar su impacto haciendo un sencillo ejercicio de multiplicación: si tenemos una cuenta básica de Netflix que cuesta actualmente 7,99 euros al mes y no la usamos periódicamente, estaremos desperdiciando 95,88 euros de forma anual.
Cómo evitar este tipo de gastos
Es recomendable que revisemos nuestros gastos. Para hacerlo, es importante que revisemos nuestros extractos bancarios y detectemos aquellas compras que hayamos realizado por impulso y sin darnos cuenta, como puede ser la compra de una aplicación móvil o un artículo en Amazon. De esta manera, podremos tomar conciencia de que nuestros propios gastos son sus más impulsivos y prescindibles.
Si no sacas suficiente partido de tus suscripciones a plataformas de películas, series o música, es recomendable que te des de baja. No tiene sentido seguir pagando por un servicio que no estás disfrutando plenamente.
Para evitar comprar productos de más cuando vayas al supermercado, es recomendable que lleves una lista de la compra preparada y te ciñas a ella. De esta manera, evitarás llenar el carro con caprichos necesarios.
Es importante que reflexiones antes de realizar una compra. Antes de adquirir un artículo o gastar dinero, pregúntate si realmente lo necesitas y tómate el tiempo necesario para reflexionar. De esta manera, podrás evitar las compras impulsivas y tu bolsillo te lo agradecerá.
