Si tu negocio aún no se ha digitalizado, estás perdiendo más de lo que crees
En 2025, hablar de digitalización ya no es hablar del futuro. Es hablar del presente. Y según los últimos datos, 4 de cada 10 pequeñas y medianas empresas mexicanas siguen sin adaptarse al entorno digital. Un porcentaje que sorprende, pero que sobre todo preocupa. Porque mientras unas avanzan, otras se estancan. Y en un mercado que no para de moverse, quedarse quieto es quedarse fuera.

La diferencia entre una PyME que sobrevive y otra que crece suele estar en cosas muy concretas: usar herramientas digitales, automatizar procesos, vender online, cobrar con facilidad, entender lo que quiere el cliente… Nada de esto suena a ciencia ficción. Es el día a día de muchas empresas. Pero hay otras que, por miedo, falta de información o simplemente por no dar el paso, siguen ancladas en lo de siempre.
Y eso tiene un coste. No solo pierdes eficiencia. Estás dejando escapar clientes que ya no buscan negocios tradicionales, sino soluciones rápidas, cómodas y accesibles desde el móvil. Gente que compra online, que quiere pagar sin efectivo, que compara todo en segundos. Si tú no estás ahí, otro lo estará.
El problema no es la tecnología, es el miedo a cambiar
Muchas veces se piensa que digitalizar un negocio es caro, complicado o que solo sirve para las grandes empresas. Pero no. Digitalizarse no significa montar un Amazon desde tu tienda de barrio. Significa adaptar lo que haces a cómo viven y consumen hoy tus clientes.
El verdadero freno, en la mayoría de los casos, no es económico. Es mental. Hay miedo a lo nuevo. A no saber cómo funciona. A que se “pierda el control” del negocio de toda la vida. Pero la realidad es que ese control lo pierdes más rápido si no te actualizas. Porque los competidores sí lo están haciendo. Y el mercado no espera.
Hoy en día hay herramientas pensadas precisamente para pequeñas empresas. Soluciones simples, accesibles y pensadas para que puedas seguir haciendo lo que sabes, pero con mejores resultados. Desde métodos de pago digitales como Kueski Pay, hasta plataformas de gestión que te permiten tener en un vistazo el control de lo que pasa en tu negocio.
No se trata de cambiarlo todo de golpe. Se trata de empezar. Con un primer paso. Y luego otro. Y otro. Porque cada pequeña mejora suma. Y cuando te das cuenta, estás compitiendo de tú a tú con los que antes veías demasiado lejos.
El dato del 40 % no debería darte igual. Debería hacerte pensar en cuál de los dos lados estás. Y si estás en el grupo de los que aún no se han digitalizado, la buena noticia es que todavía estás a tiempo. Pero ese tiempo no es infinito. Porque el mundo sigue, y el cliente también.